Ya ha pasado una semana desde la vuelta a tierras escocesas, y esta vez no se vuelve para lidiar en una batalla en suelo desconocido, no, el terreno es más que conocido, tal vez no en toda su extensión, pero sí que es conocido.

Las armas, los recobecos donde esconderse, las alménaras,... Ya no son nuevos los compañeros con los que combates día tras día, son viejos de múltiples batallas, algunos de ellos fueron heridos, otros tal vez empiezan a padecer síntomas propios de la guerra que aunque sabemos que no son del todo preocupantes se puede decir que deberíamos de mandarlo a filas para que vuelva a su rumbo normal.

El resultado de anteriores contiendas no hizo otra cosa que la de poder construir un bastión en pleno centro del enemigo, son el caballero Sir Pablo Aikidotepartolacara, y las doncellas (que no por ello menos bizarras y valientes) Mai y María. Es sabido que de no ser porque el abastecimiento de personas y víveres a este bastion, su supervivencia pudiera ser que estuviera en entredicho...!!!

Son muchos los momentos en los que me tembló el pulso y vacilé delante de las hordas enemigas, pero siendo el vigía de todos mis compañeros por aquello de vivir más cerca de los senderos que conducen al centro de la batalla. Puede que ya vaya siendo hora que pida el relevo para volver al centro neuralgico y logistico allá justo al lado del cementerio; pero parece ser que los altos cargos aún no nos permiten a mí y al aliado gabacho volver de momento a yacer donde nos debería de corresponder.

De todos modos ninguno de vosotros habeis de preocuparos, siempre habemos de continuar con la batalla contra cada uno de los bares, museos, jardines, tiendas y demás recobecos que nos tiene escondida esta ciudad conocida como Edimburgo por los amigos de los niños. Suerte a todos en vuestras particulares batallas, grandes o pequeñas, pensar que siempre siempre, se combate por algo, la cosa es siempre acordarte de por qué combates!!!!!